¿Qué conclusiones se pueden extraer de semejante investigación?
Después de ver el vídeo y leer el texto, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
La alimentación no lo es todo, lo más importante es el contacto físico con el niño.
El contacto y el calor trasmitido al niño, es igual de importante que la alimentación.
Las experiencias se van sumando durante toda la vida tanto las positivas como las negativas. Cuando tenemos un hijo, tratamos de trasmitir siempre las positivas, de forma que siempre intentamos crear un tipo de apego seguro.
Como dice en el texto, "los genes pasan sin duda de generación en generación", es decir, que el apego que has recibido, si es bueno, lo tratas de trasmitir; por otro lado, hay experiencias positivas que no se pueden trasmitir de la forma que las hemos vivido, y por tanto, el apego que trasmitimos es influido por diferentes factores como la sociedad, los tiempos en los que vivimos, la situación económica, el estatus social,...
¿ En qué debe fijarse un educador para saber si el apego del bebé es seguro o inseguro?
El educador debe fijarse en los cambios de comportamiento del niño, en sus sentimientos según la situación en la que se encuentre y en su forma de actuar.
En el apego seguro, la madre deja al niño con el educador y esto produce un sentimiento de angustia en el niño. Posteriormente, el niño toma como base segura al educador, explora con libertad y le ve como su protector y guía. Cuando este educador se ausenta de la compañía del niño, éste vuelve a sentir angustia. En el momento que regresa su guía, el educador, el niño vuelve a jugar de forma normal y vuelve a estar feliz.
En el apego inseguro-evitativo, la madre deja al niño con el educador y el niño muestra indiferencia ante la presencia de éste. Después, ante la ausencia del educador, sigue indiferente, aunque explora con libertad. Cuando el educador vuelve, sigue sintiendo esa indiferencia.
En el apego inseguro-resistente/ambivalente,la madre deja al niño con el educador. El niño, en la separación y en el reencuentro se siente frustrado, no consigue explorar el entorno con facilidad ni le resulta fácil volver a jugar tras el reencuentro.
El investigador no puede conocer a ciencia cierta el tipo de apego que se trasmite, ya que influyen varios factores que no se pueden controlar, que se escapan del conocimiento; por ejemplo: la genética, los cambios sociales históricos que han vivido la familia (madre y abuela en concreto).
Después de ver el vídeo y leer el texto, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
La alimentación no lo es todo, lo más importante es el contacto físico con el niño.
El contacto y el calor trasmitido al niño, es igual de importante que la alimentación.
Las experiencias se van sumando durante toda la vida tanto las positivas como las negativas. Cuando tenemos un hijo, tratamos de trasmitir siempre las positivas, de forma que siempre intentamos crear un tipo de apego seguro.
Como dice en el texto, "los genes pasan sin duda de generación en generación", es decir, que el apego que has recibido, si es bueno, lo tratas de trasmitir; por otro lado, hay experiencias positivas que no se pueden trasmitir de la forma que las hemos vivido, y por tanto, el apego que trasmitimos es influido por diferentes factores como la sociedad, los tiempos en los que vivimos, la situación económica, el estatus social,...
¿ En qué debe fijarse un educador para saber si el apego del bebé es seguro o inseguro?
El educador debe fijarse en los cambios de comportamiento del niño, en sus sentimientos según la situación en la que se encuentre y en su forma de actuar.
En el apego seguro, la madre deja al niño con el educador y esto produce un sentimiento de angustia en el niño. Posteriormente, el niño toma como base segura al educador, explora con libertad y le ve como su protector y guía. Cuando este educador se ausenta de la compañía del niño, éste vuelve a sentir angustia. En el momento que regresa su guía, el educador, el niño vuelve a jugar de forma normal y vuelve a estar feliz.
En el apego inseguro-evitativo, la madre deja al niño con el educador y el niño muestra indiferencia ante la presencia de éste. Después, ante la ausencia del educador, sigue indiferente, aunque explora con libertad. Cuando el educador vuelve, sigue sintiendo esa indiferencia.
En el apego inseguro-resistente/ambivalente,la madre deja al niño con el educador. El niño, en la separación y en el reencuentro se siente frustrado, no consigue explorar el entorno con facilidad ni le resulta fácil volver a jugar tras el reencuentro.
El investigador no puede conocer a ciencia cierta el tipo de apego que se trasmite, ya que influyen varios factores que no se pueden controlar, que se escapan del conocimiento; por ejemplo: la genética, los cambios sociales históricos que han vivido la familia (madre y abuela en concreto).